
Tant qu`il y aura des profs
En primera instancia, este era un trabajo de la labor docente como profesor, pero lentamente ha ido mutando y sin querer me he sumergido en el malestar docente, esa extraña sensación de los docentes, según la cual no se sienten cómodos e incluso son capaces de enfermarse más que sus colegas trabajadores, ese malestar docente que nos molesta pero también nos identifica como “profesionales de la educación”, o tal vez como “obreros de la educación”[1]. En los últimos días he estado leyendo un libro de Alejandro Venegas[2]en la conmemoración del primer centenario de la independencia de Chile. En este libro lo que he podido leer es que los problemas que allí se desarrollan no difieren demasiado de los problemas que tienen los profesores hoy día, pero con la diferencia que ya han pasado casi cien años desde la publicación de dicho libro. Los problemas de la situación docente, de la profesión docente, casi siguen igual, pero con la diferencia que hoy con el cambio acelerado del contexto social en el que ejercemos la enseñanza se plantean cada día, nuevas exigencias. Nuestro sistema masificado en los últimos 50 años en forma creciente aun no reacciona para atender y adecuarse a las nuevas demandas sociales y educacionales. La educación es una ciencia un poco reactiva y conservadora lo que hace que su puesta en practica sea más lenta que el desarrollo de la sociedad, incluso eso se manifiesta en la forma de comportarse de los docentes y si a eso le agregamos que vivimos en uno de los países más conservadores a nivel de costumbres (eso incluye folkways, mores y leyes) tenemos una problemática que nos supera largamente.
Las medidas más urgentes para enfrentar el malestar docente según José Esteve a finales de los años ´80 son por un lado adecuar la formación docente a las nuevas exigencias de la enseñanza y revalorizar la imagen social de los profesores[3]. Con respecto a la primera creo que la reforma de la educación chilena, de buena o mala forma a tratado de dar respuesta a la preocupación de Esteve; sin embargo, la segunda, la revalorización de los profesores pasa por muchos aspectos que no están tomados en cuenta y que al parecer no serán tomados en cuenta por este ni por otro gobierno, en todo caso esta historia aún no se termina y siempre existe la posibilidad de enmendar el rumbo.
El sistema de enseñanza según el ministerio se orienta hacia una educación masificada, donde el mercado y principios economicistas son el derrotero por donde se debe transitar hacia el futuro en la creación del hombre futuro, eso en todos los ámbitos a pesar de los cambios en LGE o en los pequeños proyectos para cambiar la realidad educativa del pais. De hecho una de las medidas con las cuales se mide los establecimientos educacionales es la cantidad de alumnos repitentes que existen cada año, y de hecho se cambio la ley para que los alumnos tengan todas las posibilidades de pasar de curso, porque en este sistema lo importante es que el alumno no quede repitiendo, pues en ese caso el que pierde es el estado no el alumno que repite. Muchas veces la educación no es de calidad porque tampoco interesa que sea de calidad, eso es educación para elites, y esta debe ser para las masas. El modelo chileno se caracteriza por ser un modelo donde se ha priorizado el desarrollo del pensamiento sintético en desmedro del pensamiento analítico, no es casualidad que se prioricen las ciencias exactas y la matemática y se dejen de lado los ramos como lenguaje, comprensión del medio social y filosofía, ramos muy importantes para desarrollar el pensamiento critico y democrático y por supuesto el pensamiento analítico (incluso algunos mal pensados piensan que es, porque a las personas que tienen un pensamiento analítico más desarrollado es más difícil gobernarlas, porque cuestionan mucho más las decisiones de los superiores y también les cuesta mucho más tomar decisiones [lo cual es nefasto en una empresa] ). A pesar de esto, se sigue hablando de la calidad educativa y de subir los rendimientos con el Simce y otros instrumentos[4]. De hecho me parecen bien patéticas las pruebas de Nivel de mi área (Filosofía) tanto en el Agusto D´halmar como en el Carmela Carvajal solo como una evaluación co-ayudativa de Lenguaje y donde los estudiantes solo ensayan para la PSU pero con contenido filosófico.
Bueno, lo anterior es harina de otro costal, en otro punto lo importantes es que todas las defensas de la reforma cuando se les toca el tema de los bajos salarios de los profesores[5] nos responden con el cuento de la vocación o la abnegación del cuerpo docente, etc.(incluso ahora con estudios Económicos que muestran que en países donde los profesores ganan más no mejora la educación). Cuando el salario de un profesional dignifica y reafirma su propia condición. En la medida que los gobiernos se mantengan en esa postura los profesores seguirán teniendo una postura de “obreros de la educación”, no porque ellos quieran, sino porque el medio nos hará cada vez más obreros. Siempre se compara con el gobierno militar[6], cuando en realidad se debiera comparar con los salarios de fines del gobierno de Frei Padre, para que no se diga que la comparación con el gobierno de Allende es imposible porque el programa era de corte socialista y eso dificulta las comparaciones. Actualmente los profesores ganan el 65% de lo que ganaban hacia el año 1970[7]. En un país conservador como el nuestro también este factor será determinante para que en un futuro la profesión sea tomada cada vez más por mujeres y por estudiantes de estratos bajos pero tendera a disminuir como alternativa real de los mejores. Según estudios del ministerio de educación con los avances que se han hecho en esta materia de salario las postulaciones a pedagogía han subido un poco pero el último año se estanco ese crecimiento[8]. Quien no nos dice que eso se debe a que también se estancaron los reajustes saláriales de los profesores (a pesar de los paros y del SAE). La autoestima de los profesores en general en los distintos establecimientos esta alicaída no existe un orgullo de ser profesor, como el de ser abogado o medico, e incluso algunos empresarios hablan muchas veces de “profesorcillo” en forma bastante despectiva. Otro punto importante es que a los profesores se les sigue pagando de manos del estado; el ministerio cancela la educación municipal y particular subvencionada lo que es cerca del 80% del total de profesores del país. Por lo tanto la educación publica sigue existiendo igual que antes, lo que cambio fue que la administración de esos recursos esta en manos particulares, lo que significa a la larga que mientras a los colegios municipales se le asignan un montón de asignaciones al sector subvencionado en un 84% solo se les cancela a los profesores un sueldo base[9]. El derecho a sindicalización muchas veces se le es negado y son tratados como obreros. ¿No será que todos estos antecedentes ayudan a que la autoestima de los profesores este más baja? ; ¿ que el nivel de stress este más alto?[10].
Otro elemento importante es la cantidad de alumnos por curso que supera muchas veces los 45 alumnos y que aún no se bajan a 40 alumnos[11] para que la enseñanza se pueda realizar de mejor forma.
Finalmente otro factor es que por primera vez en la historia como lo dijo Esteve “se exige a los profesores y al sistema de enseñanza que preparen a sus alumnos no para la sociedad presente, sino para aquella en que vivirán su edad adulta, y que será sin lugar a dudas muy distinta a la actual”[12]Esa es otra fuente de tensión para los profesores en general. Y así podríamos seguir enumerando situaciones que ayudan al malestar docente, al stress y a la baja autoestima y a desvalorizar su valor social para el mismo y la sociedad. La diversidad de exigencias de nuestras sociedades occidentales pluralistas, multiculturales y multilingües (cuando tomamos en cuenta a los pueblos originarios en Chile) ha hecho que enseñar ya no sea seguro para el enseñante. La reforma en muchos aspectos ha hecho que los profesores se desconcierten más todavía porque si bien han subido la profesionalización del ser profesor[13], la verdad es que la labor de enseñar se ha vuelto más tensionante, más difícil de sobrellevar con calma, y más insegura[14].
Los cuestionamientos a la figura del profesor no son nuevos, no solo ahora se habla de profesores “mediocres”, sino que esto es de larga data, Chile no tiene la historia de Alemania donde se hace una diferencia entre “instructor”, que puede ser cualquiera y “profesor” que solo son algunos, los mejores.[15] En Chile los profesores son tildados de “flojos” porque trabajan solo hasta las 14:00 horas o hasta las 17:00 horas todos los días y porque tienen más de un mes de vacaciones. Siempre se argumenta que tienen pésima formación académica o que no se perfeccionan. Pero yo me pregunto ¿me alcanza para perfeccionarme si gano $350.000 mensuales y tengo una familia?. El 90 % de los argumentos son falaces y solo dan cuenta de una realidad contradictoria, pues una de las profesiones que necesita más perfeccionamiento y más estudio es la que menos posibilidades tiene de hacerlo por su condición social en que esta inmersa. Las acusaciones sociales a los profesores muchas veces tienen muy poco asidero y solo responden a realidades distintas que entienden un trabajo docente muy lejano de los “normales” o comunes.
Las condiciones en que se hace docencia en Chile necesita un enfoque interdisciplinar necesariamente: el estrés, la ansiedad, las enfermedades mentales de todo tipo[16] son un elemento básico para considerar, así como también las condiciones sociolaborales en que se ejerce la docencia. Otro punto a considerar también es las expectativas sociales que se proyectan sobre los profesores y las variaciones producidas en su rol profesional, violencia en las aulas, agotamiento físico o efectos sicológicos[17]. Todos estos factores pueden producir un ciclo degenerativo de la eficacia docente
Según dice un investigador llamado Blase distingue entre factores de primer orden: los cuales influyen directamente sobre la acción del profesor en la clase generando tensiones que a su vez están asociadas a sentimientos y sensaciones negativas y; factores de segundo orden: condiciones ambientales, contexto en que se desenvuelve la docencia factores que bajan la motivación, su implicación y su esfuerzo, todos estos acumulados influyen en la imagen que el profesor tiene de si mismo y de su trabajo.
Una importante fuente de este “malestar docente” son las nuevas exigencias de la labor docente, a las cuales muchos profesores no se han adaptado. Estas exigencias dicen relación con los cambios que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos treinta años[18]. Si los hijos fracasan la culpa es del colegio o de los profesores. Estos hechos en vez de producir una adaptación de los profesores en forma sistemática produjo una ampliación del rol y a la larga esto significo un aumento de confusión con respecto a la función del profesor[19]. La crisis es general y doble, por un lado, la crisis de la institución escolar cuyo rendimiento es muchas veces mediocre y, crisis del acto pedagógico en si mismo. Por parte del profesor estos fenómenos los percibe como “una fase de desencanto” y la subvaloración de la formación de profesores[20]. En las actuales circunstancias uno de los aspectos más importante de los profesores es la capacidad de vivir y asumir las situaciones conflictivas y por lo tanto una nueva exigencia debiera ser la formación de profesores preparados para vivir los conflictos[21].
En primer lugar la transformación y la evolución de los agentes tradicionales de socialización (familia, ambiente próximo y grupos sociales organizados) que han ido dimitiendo de las responsabilidades que anteriormente habían tenido y exigiendo a las comunidades educativas que llenasen esos vacíos que no siempre son capaces de llenar[22].
Uno de los factores de estos fenómenos es la gradual incorporación de la mujer al mundo laboral, la consiguiente transformación de la familia, que comienza convirtiéndose en unidades más pequeñas. También por el hecho de que las mujeres solo tienen uno o dos hijos o bien también porque hay más separaciones y divorcios. Ya que la mujer ya no necesita tanto al hombre en términos económicos y por lo tanto es más prescindible.
En segundo lugar, el papel asignado a las instituciones escolares se ha visto cambiado por la entrada de nuevos agentes de socialización (medios de comunicación de masas, consumos culturales masivos, etc.) que se han transformado en fuentes paralelas de transmisión de información y cultura[23]. El problema para los profesores surge cuando se trata de definir cual es su función, que valores debe transmitir entre los vigentes en nuestra sociedad y cuales por el bien de sus alumnos, debe cuestionar y criticar. Antiguamente si los profesores cuestionaban algún valor socialmente aceptado eran aislados y neutralizados y el hecho en si mismo era considerado como una excepción para el cuerpo docente. Sin embargo, en la actualidad los profesores tienen una nueva fuente del malestar docente al intentar definir que valores tienen que defender, pues se ha perdido el anterior consenso, al que le ha sucedido un proceso de socialización, conflictivo y fuertemente divergente y se ha debilitado el apoyo a los docentes dentro y fuera de la comunidad escolar[24]. Cualquier valor que se defienda en clases, por otro lado, puede ser rebatido, no solo desde la perspectiva individual de un alumno, sino también por las corrientes de opinión que se distribuyen en los medios de comunicación masivos. Esta situación se ve agravada por el hecho que los profesores se encuentran, frecuentemente con la necesidad de compaginar diversos roles que le exigen mantener un equilibrio muy inestable en varios terrenos. Se exige al profesor que se ocupe del desarrollo individual de cada alumno, permitiendo el nacimiento y la evolución de su propia autonomía, al mismo tiempo se le pide que produzca una integración social en la que cada individuo se acomode a las reglas del grupo.
Así podemos concluir que el cambio acelerado del contexto social ha acumulado las contradicciones del sistema de enseñanza. El profesor, como rostro humano de ese sistema, se queja de malestar, cansancio, desconcierto. La educación esta ahora empeñada, por primera vez en preparar a los hombres para un tipo de sociedad que aún no existe[25]. Esta situación genera estrés en la gran mayoría de los docentes.
Los profesores cuando se habla de su trabajo se sienten agredidos y viven, colectivamente, bajo el imperio de un sentimiento de persecución[26]. Los docentes son perseguidos por la evolución de una sociedad que impone profundos cambios en su profesión. El papel del profesor ha cambiado bajo presión del cambio del contexto social en el que este ejerce su profesión, pero igualmente se han modificado las expectativas, el apoyo y el juicio de ese contexto sobre los docentes.[27] Es increíble como muchas veces los padres ya no presentan un apoyo a la labor del profesor, sino por el contrario, apoyan las acciones de sus hijos muchas veces en forma torpe y ciega. Si el chico comete un error la culpa es del profesor, si el chico reprueba la culpa también es del docente, etc. El es responsable de todo lo que ocurre incluso lo que no debería serlo o donde su responsabilidad se diluye y problemas donde su capacidad para evitarlos es muy limitada. Además existe otra situación que hay que hacer notar. Si un profesor hace un trabajo de calidad dedicándole un mayor numero de horas extras, de las de su jornada, pocas veces se valora este esfuerzo suplementario; sin embargo, cuando la enseñanza fracasa, muchas veces por un cúmulo de circunstancias ante las que el profesor no puede operar con éxito, el fracaso se personaliza inmediatamente, haciéndole, responsable directo con todas las consecuencias.[28]
De la misma forma se ha modificado el estatus social del profesor porque en nuestros días nuestra sociedad tiende a establecer el estatus social en base al nivel de ingresos. Esto último hace preguntarse a mucha gente si es que es profesor porque no sabe “hacer otra cosa” o “algo mejor”. El salario de los profesores se constituye en un elemento más de la crisis de identidad que afecta a los profesores en todo el occidente[29]. Siempre ganan un poco menos que todos los otros profesionales equivalentes.
Este punto es fundamental a la hora de desarrollar las fuentes del estrés que son: en primer lugar el salario; en segundo lugar la falta de coherencia en la relación con sus alumnos; y en tercer lugar la sobrecarga cuantitativa de trabajo. Este estrés pronto motiva insatisfacción que a la larga puede motivar el abandono de la profesión docente. Los salarios inadecuados y el bajo status social unido a los problemas que se suscitan dentro del aula son percepciones que los docentes sienten como inherentes a la profesión, si a eso le unimos los problemas de explotación de los dueños inescrupulosos de colegios y sostenedores tenemos una crisis de identidad en la cual se pone en duda el propio trabajo, e incluso a sí mismos[30].
Otro problema que ayuda al malestar docente es el avance del conocimiento o del saber esto fundamentalmente porque modifican el rol del profesor. El dominio de cualquier materia se hace extraordinariamente difícil, hasta el punto de afectar a veces la seguridad del profesor en sí mismo. El docente frente a esto tiene que emprender una nueva labor, ya no le basta con ponerse al día en forma periódica. Ahora va a tener que renunciar a muchos contenidos que ha explicado durante muchos años y va a tener que incorporar otros nuevos[31]. El ritmo de cambio se ha acelerado tanto que nuestra imaginación no es capaz de seguirlo. Esta situación genera que los profesores tengan que enfrentarse, necesariamente, a una crisis de identidad para vencer los mecanismos de resistencia al cambio y a la innovación. La resistencia al cambio es otro elemento que se puede asociar con el malestar docente. Dherbêcourt llega a decir que: “el enseñante mal pagado, aislado, denigrado, humillado por sus alumnos y por la jerarquía, ha interiorizado su condición y despreciado su propio trabajo(...)no nos engañemos desempeñamos un oficio que ya no existe. La escuela ha muerto”[32].
Asumir las nuevas funciones que el contexto social exige de los profesores, supone el dominio de una amplia serie de habilidades personales que no pueden reducirse al ámbito de la acumulación de conocimientos. La práctica cotidiana pondrá a prueba la personalidad de los profesores debutantes y será por lo tanto en el terreno de la personalidad donde encontraremos las consecuencias más negativas del malestar docente.
La imagen del profesor se presenta de dos maneras: por un lado como una profesión conflictiva; por otra el enfoque que quiere presentar a la profesión docente como una actividad idílica, centrada exclusivamente en la relación interpersonal con los alumnos[33]. Todo lo primero es lo que muchas veces se encuentra en los colegios y hace que los cuadros docentes estén en constante deserción. La razón es el esfuerzo psíquico al que están sometidos los docentes en los centros de enseñanza. Muchos de estos han tenido que recurrir al psicólogo o psiquiatra[34].
La profesión docente ha pasado a ser una profesión esquinada, poco comprendida, mucho menos agradecida, en que la dureza ha penetrado hasta la entraña misma del quehacer docente y de las relaciones personales del docente estas circunstancia probablemente llevaran en Chile tarde o temprano a crear una clase abrumada por la inutilidad de sus esfuerzos, sin ilusión en su quehacer, frustrada en su vocación si es que no se arreglan determinadas situaciones que permitan no tener sobrecarga horaria o mas de treinta y tantos alumnos por sala; eso pasa por subir los salarios, que mejoraría la imagen del docente, su autoestima y le permitiría trabajar menos horas. Lo anterior permitiría que el profesor tuviera más tiempo para desarrollar una relación interpersonal con sus alumnos más acorde con sus expectativas de profesor recién egresado, etc
La respuesta que exige la educación en la sociedad actual suponen para el profesor un reto personal, pues es en ese ámbito (capacidad de relación personal) donde el profesor va ha conseguir una educación de calidad. El profesor va ha tener que enfrentar la relación educativa con un sujeto que es capaz de plantearle interrogantes que muchas veces le ponen a el mismo en cuestión, interrogantes que no son cognitivas sino valóricas, de ideales de vida y actitudes frente a la sociedad y el entorno. En otras palabras el profesor va a tener que ser consecuente con lo que dice, lo que piensa y lo que hace. De hecho hoy en día, sobre todo con adolescentes esta actitud es muy respetada y es una herramienta para trabajar con menos tensiones dentro de la sala de clases.
Finalmente debo señalar que mi experiencia personal en las aulas y mi relación con “colegas” me permite apuntar al hecho de que, si en general, las situaciones sobretodo económicas no cambian en este pequeño país, tarde o temprano la profesión docente se va a feminizar mas aun y los únicos interesados en la profesión docente van a ser personas de estratos más bajos ¿la pregunta es puedo yo vivir con 300000 pesos mensuales? , ¿Puedo yo mantener una familia con ese sueldo?, la respuesta es no, fundamentalmente porque en un país con el sistema imperante no puedo acceder a la cultura, salvo que me compre libros de cuarta; y obviamente los libros especialistas en mi materia o en pedagogía no están en forma “pirata” y eso me lleva a ser un esclavo de la fotocopias. Dejémonos de patrañas eso esta bien para un universitario “estudiante”, pero no para un profesional. Por lo anterior, nunca voy a estar al corriente de lo que suceda en la vanguardia de mi profesión. Los cursos de perfeccionamiento solo serán los que me regale un gobierno de turno que muchas veces no son de muy buena calidad, etc., etc. Yo como profesional me iré cansando cada vez más del ambiente y las condiciones laborales y obviamente al final voy a desertar. Es por eso que el titulo de este trabajo es tant qu`il y aura des profs (MIENTRAS NOS QUEDEN PROFESORES) creo que es peligroso lo que pasa para la profesión docente, ¿nos quedaremos sin profesores en el futuro por políticas educativas y de estado erráticas? Tal vez no, pero la profesión se ira “obrerizando” cada vez más, de hecho no es casualidad que la forma de presionar por aumentos saláriales no difiera de los métodos de la CUT o otras agrupaciones sindicales, no “colegiales”[35].
[1] Expresión usada por IVAN NUÑEZ PRIETO en Los docentes y la política del desarrollo profesional de una forma distinta “trabajadores de la educación”. Pág. 5
[2] ALEJANDRO VENEGAS (seudónimo de J. VALDES CANGES) Chile intimo1910. Edit. CESOC. 1998.
[3] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 14.
[4] Aunque en estos instrumentos de medición no se miden los ramos más analíticos, y las áreas que se llegan a medir se hacen de otra manera.
[5] Recordemos que un profesor gana un tercio menos que cualquier otro profesional( fuente Colegio de Profesores de Chile )
[6] el momento más oscuro de la historia docente en términos económicos y saláriales.
[7] Según fuente del –Colegio de Profesores de Chile en su último llamado a paro.
[8] Fuente U. De Chile proceso de admisión a las universidades 2009.
[9] Según fuente del colegio de profesores eso ayuda a que sea más paupérrima su situación económica.
[10] Basta con ver la diferencia entre un profesor que gana en promedio un millón de pesos en un famoso colegio del barrio alto ($35000 la hora pedagógica). que es creativo, disfruta su trabajo y no presenta índices muy altos de stress y un profesor de la comuna de Lo Espejo donde aparte de ser asaltado cada cierto tiempo compartir con alumnos a los cuales no les interesa lo que enseña, son violentos entre ellos y a veces también con los profesores, y más encima se les paga un promedio de $13000 la hora pedagógica, sin importar cuantos años tenga en la institución, ni como haga su trabajo (tuve la suerte de estar en las dos situaciones). En general la segunda situación es muchísimo más cotidiana que la primera y obviamente las sensaciones de poca valoración social también, al igual que la sensación de un constante faltar dinero para estar tranquilo y también un constante ver que mientras más me esfuerzo no me va tanto más bien.
[11] Cifra estipulada para el año 2003 por el MINEDUC con el colegio de profesores como numero máximo de alumnos por curso.
[12] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 21.
[13] Incluso hoy por hoy existe una evaluación docente constante por parte del Estado.
[14] En el caso de Chile esta inseguridad también se desarrolla a nivel de estabilidad laboral son muchos los profesores que cada año en el mes de diciembre o enero esperan seguir trabajando en las instituciones educativas en que trabajan, o como otros que boletean durante todo el año en las corporaciones municipales esperan seguir laborando para el año siguiente, con la salvedad que en este caso ni siquiera va ha existir una indemnización de por medio si es que hay una caducación de contrato.
[15]“ Lehrer”que es el profesor de escuela “normal” qué se dicta en escuelas normales y “professor” que es el profesor universitario que estudia en universidades y que puede también enseñar en estas; de hecho se habla de “Herr professor”, el señor profesor, con todo lo que en los países de habla alemana implica, muchas ventajas, regalías y reconocimiento social.
[16] En una sociedad que esta pagando un alto precio por su desarrollo pues en los últimos veinte años los cambios sufrido por todos nosotros han sido de tal magnitud que han generado depresiones, fobias, psicosis varias etc. Y según la OMS. nuestro país tiene una de las tasas más elevadas de enfermedades mentales del mundo.
[17] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 23.
[18] Estas exigencias van desde que los padres creen que el colegio es una especie de guardería infantil hasta el pensar que los profesores son una especie de “nanas” de sus hijos, pasando por el pensar que los profesores son los únicos encargados de la educación global de los hijos.
[19]Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 28.
[20] Ibíd.
[21] la idea de que uno es profesor porque no le alcanzo para otra cosa mejor es muy común y el trato de los padres y apoderados con los profesores dista mucho de ser de admiración o respeto, sobre todo en estratos medios o altos.
[22] Esa visión indirectamente también la tiene el ministerio de educación intentando por una parte alargar la jornada escolar hasta las cuatro de la tarde y sábados “para que los alumnos no estén solos a la deriva y no caigan en la droga, los vicios y otros. Lo importante es que no estén en la calle” donde están las cosas que los hacen perderse como personas.
[23] En estos momentos ningún profesor puede dejar de lado Internet o la televisión (por muy poco cultural que sea), por que sino puede quedar como un idiota pues si su opinión difiere mucho de la de los medios masivos sus alumnos podrán contradecir sus opiniones ( y algunos con argumentos) y eso es nefasto
en una clase.
[24] Solo se salvan de estas situaciones colegios con tradición de muchos años o colegios con vinculación religiosa, en donde los valores están un poco más claros y es obvio que en ese punto existen un poco menos controversias. Sin embargo, inclusive allí también hay algunos problemas.
[25] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 32.
[26] Cualquiera se siente con la sapiencia para opinar de los docentes o para desarrollar proyectos docentes, un ejemplo claro es el proyecto EDUCACION 2020 que es de un grupo de ingenieros de la U. de Chile paro que poco tiene de conocimiento de la labor educativa.
[27] Solo basta ver las conversaciones de muchos profesores con sus apoderados o padres, ellos no tienen tiempo para ir a reuniones de apoderados y por otro lado si el alumno realiza algún acto que requiera al apoderado en el colegio lo mas probable es que este no pueda presentarse, no porque no quiera sino porque tiene que trabajar mucho para mantener su status, sus gastos, etc. Otras veces, los padres son capaces de minimizar conductas de riesgo de sus hijos, frases como “todos lo hicimos cuando jóvenes”, o “eso no tiene nada de malo” es usual. En mi caso personal incluso una vez escuche el siguiente comentario: “no se preocupe profesor, si, yo le doy permiso para fumar marihuana, incluso a veces lo hacemos juntos”; ante esos comentarios de los propios padres el profesor se siente la mayoría de las veces desnudo, sin argumentaciones validas para intervenir. ¿Cuanto es del orden público y cuanto del privado?
[28] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 34.
[29] Aquí eso sí, existen algunas diferencias en Suiza por ejemplo un profesor gana el equivalente a 60000 dólares anuales, en Canadá serán 48000 dólares, en España su sueldo es igual al de un medico y en Chile 8000 dólares anuales.
[30] Según ESTEVE las razones para abandonar la docencia son Salarios 76%, pocas oportunidades para progresar 45%, exceso de trabajo 34% Cfr. El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 35.
[31] Los profesores de filosofía no es común que les pase esto principalmente porque son asignaturas clásicas y estas suelen cambiar poco, sin embargo, también ha cambiado, en tercero se enseña psicología y en cuarto ética; por otro lado, los optativos actuales son lógica y teoría del conocimiento. Nunca más se supo de la filosofía si no solo de sus disciplinas.
[32] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. pag. 38.
[33] Nosotros podemos ver n Chile a los profesores en los diarios, principalmente en las paginas rojas: profesor agredido por alumno o apoderado, y también por la situación inversa profesor que agrede a alumno física o sexualmente, profesor que mata a colegas y superiores jerárquicos y luego se intenta suicidar. Etc. La segunda acepción es una acepción del cine y la televisión, y que poco tiene que ver con la realidad cuando como docente tienes 44 horas frente a curso y por tanto no alcanza el tiempo para aquello.
[34] Si a eso le agregamos los datos públicos de la salud mental en Chile tenemos un cuadro no muy alentador, en general la salud mental de los profesores no anda bien en Chile e incluso según un estudio dado a conocer por la prensa hace algún tiempo, después de los chóferes de microbuses los docentes son los mas estresados, mas “neuras” y también con más trastornos de sueño.
[35] Me refiero a colegios profesionales.
En primera instancia, este era un trabajo de la labor docente como profesor, pero lentamente ha ido mutando y sin querer me he sumergido en el malestar docente, esa extraña sensación de los docentes, según la cual no se sienten cómodos e incluso son capaces de enfermarse más que sus colegas trabajadores, ese malestar docente que nos molesta pero también nos identifica como “profesionales de la educación”, o tal vez como “obreros de la educación”[1]. En los últimos días he estado leyendo un libro de Alejandro Venegas[2]en la conmemoración del primer centenario de la independencia de Chile. En este libro lo que he podido leer es que los problemas que allí se desarrollan no difieren demasiado de los problemas que tienen los profesores hoy día, pero con la diferencia que ya han pasado casi cien años desde la publicación de dicho libro. Los problemas de la situación docente, de la profesión docente, casi siguen igual, pero con la diferencia que hoy con el cambio acelerado del contexto social en el que ejercemos la enseñanza se plantean cada día, nuevas exigencias. Nuestro sistema masificado en los últimos 50 años en forma creciente aun no reacciona para atender y adecuarse a las nuevas demandas sociales y educacionales. La educación es una ciencia un poco reactiva y conservadora lo que hace que su puesta en practica sea más lenta que el desarrollo de la sociedad, incluso eso se manifiesta en la forma de comportarse de los docentes y si a eso le agregamos que vivimos en uno de los países más conservadores a nivel de costumbres (eso incluye folkways, mores y leyes) tenemos una problemática que nos supera largamente.
Las medidas más urgentes para enfrentar el malestar docente según José Esteve a finales de los años ´80 son por un lado adecuar la formación docente a las nuevas exigencias de la enseñanza y revalorizar la imagen social de los profesores[3]. Con respecto a la primera creo que la reforma de la educación chilena, de buena o mala forma a tratado de dar respuesta a la preocupación de Esteve; sin embargo, la segunda, la revalorización de los profesores pasa por muchos aspectos que no están tomados en cuenta y que al parecer no serán tomados en cuenta por este ni por otro gobierno, en todo caso esta historia aún no se termina y siempre existe la posibilidad de enmendar el rumbo.
El sistema de enseñanza según el ministerio se orienta hacia una educación masificada, donde el mercado y principios economicistas son el derrotero por donde se debe transitar hacia el futuro en la creación del hombre futuro, eso en todos los ámbitos a pesar de los cambios en LGE o en los pequeños proyectos para cambiar la realidad educativa del pais. De hecho una de las medidas con las cuales se mide los establecimientos educacionales es la cantidad de alumnos repitentes que existen cada año, y de hecho se cambio la ley para que los alumnos tengan todas las posibilidades de pasar de curso, porque en este sistema lo importante es que el alumno no quede repitiendo, pues en ese caso el que pierde es el estado no el alumno que repite. Muchas veces la educación no es de calidad porque tampoco interesa que sea de calidad, eso es educación para elites, y esta debe ser para las masas. El modelo chileno se caracteriza por ser un modelo donde se ha priorizado el desarrollo del pensamiento sintético en desmedro del pensamiento analítico, no es casualidad que se prioricen las ciencias exactas y la matemática y se dejen de lado los ramos como lenguaje, comprensión del medio social y filosofía, ramos muy importantes para desarrollar el pensamiento critico y democrático y por supuesto el pensamiento analítico (incluso algunos mal pensados piensan que es, porque a las personas que tienen un pensamiento analítico más desarrollado es más difícil gobernarlas, porque cuestionan mucho más las decisiones de los superiores y también les cuesta mucho más tomar decisiones [lo cual es nefasto en una empresa] ). A pesar de esto, se sigue hablando de la calidad educativa y de subir los rendimientos con el Simce y otros instrumentos[4]. De hecho me parecen bien patéticas las pruebas de Nivel de mi área (Filosofía) tanto en el Agusto D´halmar como en el Carmela Carvajal solo como una evaluación co-ayudativa de Lenguaje y donde los estudiantes solo ensayan para la PSU pero con contenido filosófico.
Bueno, lo anterior es harina de otro costal, en otro punto lo importantes es que todas las defensas de la reforma cuando se les toca el tema de los bajos salarios de los profesores[5] nos responden con el cuento de la vocación o la abnegación del cuerpo docente, etc.(incluso ahora con estudios Económicos que muestran que en países donde los profesores ganan más no mejora la educación). Cuando el salario de un profesional dignifica y reafirma su propia condición. En la medida que los gobiernos se mantengan en esa postura los profesores seguirán teniendo una postura de “obreros de la educación”, no porque ellos quieran, sino porque el medio nos hará cada vez más obreros. Siempre se compara con el gobierno militar[6], cuando en realidad se debiera comparar con los salarios de fines del gobierno de Frei Padre, para que no se diga que la comparación con el gobierno de Allende es imposible porque el programa era de corte socialista y eso dificulta las comparaciones. Actualmente los profesores ganan el 65% de lo que ganaban hacia el año 1970[7]. En un país conservador como el nuestro también este factor será determinante para que en un futuro la profesión sea tomada cada vez más por mujeres y por estudiantes de estratos bajos pero tendera a disminuir como alternativa real de los mejores. Según estudios del ministerio de educación con los avances que se han hecho en esta materia de salario las postulaciones a pedagogía han subido un poco pero el último año se estanco ese crecimiento[8]. Quien no nos dice que eso se debe a que también se estancaron los reajustes saláriales de los profesores (a pesar de los paros y del SAE). La autoestima de los profesores en general en los distintos establecimientos esta alicaída no existe un orgullo de ser profesor, como el de ser abogado o medico, e incluso algunos empresarios hablan muchas veces de “profesorcillo” en forma bastante despectiva. Otro punto importante es que a los profesores se les sigue pagando de manos del estado; el ministerio cancela la educación municipal y particular subvencionada lo que es cerca del 80% del total de profesores del país. Por lo tanto la educación publica sigue existiendo igual que antes, lo que cambio fue que la administración de esos recursos esta en manos particulares, lo que significa a la larga que mientras a los colegios municipales se le asignan un montón de asignaciones al sector subvencionado en un 84% solo se les cancela a los profesores un sueldo base[9]. El derecho a sindicalización muchas veces se le es negado y son tratados como obreros. ¿No será que todos estos antecedentes ayudan a que la autoestima de los profesores este más baja? ; ¿ que el nivel de stress este más alto?[10].
Otro elemento importante es la cantidad de alumnos por curso que supera muchas veces los 45 alumnos y que aún no se bajan a 40 alumnos[11] para que la enseñanza se pueda realizar de mejor forma.
Finalmente otro factor es que por primera vez en la historia como lo dijo Esteve “se exige a los profesores y al sistema de enseñanza que preparen a sus alumnos no para la sociedad presente, sino para aquella en que vivirán su edad adulta, y que será sin lugar a dudas muy distinta a la actual”[12]Esa es otra fuente de tensión para los profesores en general. Y así podríamos seguir enumerando situaciones que ayudan al malestar docente, al stress y a la baja autoestima y a desvalorizar su valor social para el mismo y la sociedad. La diversidad de exigencias de nuestras sociedades occidentales pluralistas, multiculturales y multilingües (cuando tomamos en cuenta a los pueblos originarios en Chile) ha hecho que enseñar ya no sea seguro para el enseñante. La reforma en muchos aspectos ha hecho que los profesores se desconcierten más todavía porque si bien han subido la profesionalización del ser profesor[13], la verdad es que la labor de enseñar se ha vuelto más tensionante, más difícil de sobrellevar con calma, y más insegura[14].
Los cuestionamientos a la figura del profesor no son nuevos, no solo ahora se habla de profesores “mediocres”, sino que esto es de larga data, Chile no tiene la historia de Alemania donde se hace una diferencia entre “instructor”, que puede ser cualquiera y “profesor” que solo son algunos, los mejores.[15] En Chile los profesores son tildados de “flojos” porque trabajan solo hasta las 14:00 horas o hasta las 17:00 horas todos los días y porque tienen más de un mes de vacaciones. Siempre se argumenta que tienen pésima formación académica o que no se perfeccionan. Pero yo me pregunto ¿me alcanza para perfeccionarme si gano $350.000 mensuales y tengo una familia?. El 90 % de los argumentos son falaces y solo dan cuenta de una realidad contradictoria, pues una de las profesiones que necesita más perfeccionamiento y más estudio es la que menos posibilidades tiene de hacerlo por su condición social en que esta inmersa. Las acusaciones sociales a los profesores muchas veces tienen muy poco asidero y solo responden a realidades distintas que entienden un trabajo docente muy lejano de los “normales” o comunes.
Las condiciones en que se hace docencia en Chile necesita un enfoque interdisciplinar necesariamente: el estrés, la ansiedad, las enfermedades mentales de todo tipo[16] son un elemento básico para considerar, así como también las condiciones sociolaborales en que se ejerce la docencia. Otro punto a considerar también es las expectativas sociales que se proyectan sobre los profesores y las variaciones producidas en su rol profesional, violencia en las aulas, agotamiento físico o efectos sicológicos[17]. Todos estos factores pueden producir un ciclo degenerativo de la eficacia docente
Según dice un investigador llamado Blase distingue entre factores de primer orden: los cuales influyen directamente sobre la acción del profesor en la clase generando tensiones que a su vez están asociadas a sentimientos y sensaciones negativas y; factores de segundo orden: condiciones ambientales, contexto en que se desenvuelve la docencia factores que bajan la motivación, su implicación y su esfuerzo, todos estos acumulados influyen en la imagen que el profesor tiene de si mismo y de su trabajo.
Una importante fuente de este “malestar docente” son las nuevas exigencias de la labor docente, a las cuales muchos profesores no se han adaptado. Estas exigencias dicen relación con los cambios que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos treinta años[18]. Si los hijos fracasan la culpa es del colegio o de los profesores. Estos hechos en vez de producir una adaptación de los profesores en forma sistemática produjo una ampliación del rol y a la larga esto significo un aumento de confusión con respecto a la función del profesor[19]. La crisis es general y doble, por un lado, la crisis de la institución escolar cuyo rendimiento es muchas veces mediocre y, crisis del acto pedagógico en si mismo. Por parte del profesor estos fenómenos los percibe como “una fase de desencanto” y la subvaloración de la formación de profesores[20]. En las actuales circunstancias uno de los aspectos más importante de los profesores es la capacidad de vivir y asumir las situaciones conflictivas y por lo tanto una nueva exigencia debiera ser la formación de profesores preparados para vivir los conflictos[21].
En primer lugar la transformación y la evolución de los agentes tradicionales de socialización (familia, ambiente próximo y grupos sociales organizados) que han ido dimitiendo de las responsabilidades que anteriormente habían tenido y exigiendo a las comunidades educativas que llenasen esos vacíos que no siempre son capaces de llenar[22].
Uno de los factores de estos fenómenos es la gradual incorporación de la mujer al mundo laboral, la consiguiente transformación de la familia, que comienza convirtiéndose en unidades más pequeñas. También por el hecho de que las mujeres solo tienen uno o dos hijos o bien también porque hay más separaciones y divorcios. Ya que la mujer ya no necesita tanto al hombre en términos económicos y por lo tanto es más prescindible.
En segundo lugar, el papel asignado a las instituciones escolares se ha visto cambiado por la entrada de nuevos agentes de socialización (medios de comunicación de masas, consumos culturales masivos, etc.) que se han transformado en fuentes paralelas de transmisión de información y cultura[23]. El problema para los profesores surge cuando se trata de definir cual es su función, que valores debe transmitir entre los vigentes en nuestra sociedad y cuales por el bien de sus alumnos, debe cuestionar y criticar. Antiguamente si los profesores cuestionaban algún valor socialmente aceptado eran aislados y neutralizados y el hecho en si mismo era considerado como una excepción para el cuerpo docente. Sin embargo, en la actualidad los profesores tienen una nueva fuente del malestar docente al intentar definir que valores tienen que defender, pues se ha perdido el anterior consenso, al que le ha sucedido un proceso de socialización, conflictivo y fuertemente divergente y se ha debilitado el apoyo a los docentes dentro y fuera de la comunidad escolar[24]. Cualquier valor que se defienda en clases, por otro lado, puede ser rebatido, no solo desde la perspectiva individual de un alumno, sino también por las corrientes de opinión que se distribuyen en los medios de comunicación masivos. Esta situación se ve agravada por el hecho que los profesores se encuentran, frecuentemente con la necesidad de compaginar diversos roles que le exigen mantener un equilibrio muy inestable en varios terrenos. Se exige al profesor que se ocupe del desarrollo individual de cada alumno, permitiendo el nacimiento y la evolución de su propia autonomía, al mismo tiempo se le pide que produzca una integración social en la que cada individuo se acomode a las reglas del grupo.
Así podemos concluir que el cambio acelerado del contexto social ha acumulado las contradicciones del sistema de enseñanza. El profesor, como rostro humano de ese sistema, se queja de malestar, cansancio, desconcierto. La educación esta ahora empeñada, por primera vez en preparar a los hombres para un tipo de sociedad que aún no existe[25]. Esta situación genera estrés en la gran mayoría de los docentes.
Los profesores cuando se habla de su trabajo se sienten agredidos y viven, colectivamente, bajo el imperio de un sentimiento de persecución[26]. Los docentes son perseguidos por la evolución de una sociedad que impone profundos cambios en su profesión. El papel del profesor ha cambiado bajo presión del cambio del contexto social en el que este ejerce su profesión, pero igualmente se han modificado las expectativas, el apoyo y el juicio de ese contexto sobre los docentes.[27] Es increíble como muchas veces los padres ya no presentan un apoyo a la labor del profesor, sino por el contrario, apoyan las acciones de sus hijos muchas veces en forma torpe y ciega. Si el chico comete un error la culpa es del profesor, si el chico reprueba la culpa también es del docente, etc. El es responsable de todo lo que ocurre incluso lo que no debería serlo o donde su responsabilidad se diluye y problemas donde su capacidad para evitarlos es muy limitada. Además existe otra situación que hay que hacer notar. Si un profesor hace un trabajo de calidad dedicándole un mayor numero de horas extras, de las de su jornada, pocas veces se valora este esfuerzo suplementario; sin embargo, cuando la enseñanza fracasa, muchas veces por un cúmulo de circunstancias ante las que el profesor no puede operar con éxito, el fracaso se personaliza inmediatamente, haciéndole, responsable directo con todas las consecuencias.[28]
De la misma forma se ha modificado el estatus social del profesor porque en nuestros días nuestra sociedad tiende a establecer el estatus social en base al nivel de ingresos. Esto último hace preguntarse a mucha gente si es que es profesor porque no sabe “hacer otra cosa” o “algo mejor”. El salario de los profesores se constituye en un elemento más de la crisis de identidad que afecta a los profesores en todo el occidente[29]. Siempre ganan un poco menos que todos los otros profesionales equivalentes.
Este punto es fundamental a la hora de desarrollar las fuentes del estrés que son: en primer lugar el salario; en segundo lugar la falta de coherencia en la relación con sus alumnos; y en tercer lugar la sobrecarga cuantitativa de trabajo. Este estrés pronto motiva insatisfacción que a la larga puede motivar el abandono de la profesión docente. Los salarios inadecuados y el bajo status social unido a los problemas que se suscitan dentro del aula son percepciones que los docentes sienten como inherentes a la profesión, si a eso le unimos los problemas de explotación de los dueños inescrupulosos de colegios y sostenedores tenemos una crisis de identidad en la cual se pone en duda el propio trabajo, e incluso a sí mismos[30].
Otro problema que ayuda al malestar docente es el avance del conocimiento o del saber esto fundamentalmente porque modifican el rol del profesor. El dominio de cualquier materia se hace extraordinariamente difícil, hasta el punto de afectar a veces la seguridad del profesor en sí mismo. El docente frente a esto tiene que emprender una nueva labor, ya no le basta con ponerse al día en forma periódica. Ahora va a tener que renunciar a muchos contenidos que ha explicado durante muchos años y va a tener que incorporar otros nuevos[31]. El ritmo de cambio se ha acelerado tanto que nuestra imaginación no es capaz de seguirlo. Esta situación genera que los profesores tengan que enfrentarse, necesariamente, a una crisis de identidad para vencer los mecanismos de resistencia al cambio y a la innovación. La resistencia al cambio es otro elemento que se puede asociar con el malestar docente. Dherbêcourt llega a decir que: “el enseñante mal pagado, aislado, denigrado, humillado por sus alumnos y por la jerarquía, ha interiorizado su condición y despreciado su propio trabajo(...)no nos engañemos desempeñamos un oficio que ya no existe. La escuela ha muerto”[32].
Asumir las nuevas funciones que el contexto social exige de los profesores, supone el dominio de una amplia serie de habilidades personales que no pueden reducirse al ámbito de la acumulación de conocimientos. La práctica cotidiana pondrá a prueba la personalidad de los profesores debutantes y será por lo tanto en el terreno de la personalidad donde encontraremos las consecuencias más negativas del malestar docente.
La imagen del profesor se presenta de dos maneras: por un lado como una profesión conflictiva; por otra el enfoque que quiere presentar a la profesión docente como una actividad idílica, centrada exclusivamente en la relación interpersonal con los alumnos[33]. Todo lo primero es lo que muchas veces se encuentra en los colegios y hace que los cuadros docentes estén en constante deserción. La razón es el esfuerzo psíquico al que están sometidos los docentes en los centros de enseñanza. Muchos de estos han tenido que recurrir al psicólogo o psiquiatra[34].
La profesión docente ha pasado a ser una profesión esquinada, poco comprendida, mucho menos agradecida, en que la dureza ha penetrado hasta la entraña misma del quehacer docente y de las relaciones personales del docente estas circunstancia probablemente llevaran en Chile tarde o temprano a crear una clase abrumada por la inutilidad de sus esfuerzos, sin ilusión en su quehacer, frustrada en su vocación si es que no se arreglan determinadas situaciones que permitan no tener sobrecarga horaria o mas de treinta y tantos alumnos por sala; eso pasa por subir los salarios, que mejoraría la imagen del docente, su autoestima y le permitiría trabajar menos horas. Lo anterior permitiría que el profesor tuviera más tiempo para desarrollar una relación interpersonal con sus alumnos más acorde con sus expectativas de profesor recién egresado, etc
La respuesta que exige la educación en la sociedad actual suponen para el profesor un reto personal, pues es en ese ámbito (capacidad de relación personal) donde el profesor va ha conseguir una educación de calidad. El profesor va ha tener que enfrentar la relación educativa con un sujeto que es capaz de plantearle interrogantes que muchas veces le ponen a el mismo en cuestión, interrogantes que no son cognitivas sino valóricas, de ideales de vida y actitudes frente a la sociedad y el entorno. En otras palabras el profesor va a tener que ser consecuente con lo que dice, lo que piensa y lo que hace. De hecho hoy en día, sobre todo con adolescentes esta actitud es muy respetada y es una herramienta para trabajar con menos tensiones dentro de la sala de clases.
Finalmente debo señalar que mi experiencia personal en las aulas y mi relación con “colegas” me permite apuntar al hecho de que, si en general, las situaciones sobretodo económicas no cambian en este pequeño país, tarde o temprano la profesión docente se va a feminizar mas aun y los únicos interesados en la profesión docente van a ser personas de estratos más bajos ¿la pregunta es puedo yo vivir con 300000 pesos mensuales? , ¿Puedo yo mantener una familia con ese sueldo?, la respuesta es no, fundamentalmente porque en un país con el sistema imperante no puedo acceder a la cultura, salvo que me compre libros de cuarta; y obviamente los libros especialistas en mi materia o en pedagogía no están en forma “pirata” y eso me lleva a ser un esclavo de la fotocopias. Dejémonos de patrañas eso esta bien para un universitario “estudiante”, pero no para un profesional. Por lo anterior, nunca voy a estar al corriente de lo que suceda en la vanguardia de mi profesión. Los cursos de perfeccionamiento solo serán los que me regale un gobierno de turno que muchas veces no son de muy buena calidad, etc., etc. Yo como profesional me iré cansando cada vez más del ambiente y las condiciones laborales y obviamente al final voy a desertar. Es por eso que el titulo de este trabajo es tant qu`il y aura des profs (MIENTRAS NOS QUEDEN PROFESORES) creo que es peligroso lo que pasa para la profesión docente, ¿nos quedaremos sin profesores en el futuro por políticas educativas y de estado erráticas? Tal vez no, pero la profesión se ira “obrerizando” cada vez más, de hecho no es casualidad que la forma de presionar por aumentos saláriales no difiera de los métodos de la CUT o otras agrupaciones sindicales, no “colegiales”[35].
[1] Expresión usada por IVAN NUÑEZ PRIETO en Los docentes y la política del desarrollo profesional de una forma distinta “trabajadores de la educación”. Pág. 5
[2] ALEJANDRO VENEGAS (seudónimo de J. VALDES CANGES) Chile intimo1910. Edit. CESOC. 1998.
[3] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 14.
[4] Aunque en estos instrumentos de medición no se miden los ramos más analíticos, y las áreas que se llegan a medir se hacen de otra manera.
[5] Recordemos que un profesor gana un tercio menos que cualquier otro profesional( fuente Colegio de Profesores de Chile )
[6] el momento más oscuro de la historia docente en términos económicos y saláriales.
[7] Según fuente del –Colegio de Profesores de Chile en su último llamado a paro.
[8] Fuente U. De Chile proceso de admisión a las universidades 2009.
[9] Según fuente del colegio de profesores eso ayuda a que sea más paupérrima su situación económica.
[10] Basta con ver la diferencia entre un profesor que gana en promedio un millón de pesos en un famoso colegio del barrio alto ($35000 la hora pedagógica). que es creativo, disfruta su trabajo y no presenta índices muy altos de stress y un profesor de la comuna de Lo Espejo donde aparte de ser asaltado cada cierto tiempo compartir con alumnos a los cuales no les interesa lo que enseña, son violentos entre ellos y a veces también con los profesores, y más encima se les paga un promedio de $13000 la hora pedagógica, sin importar cuantos años tenga en la institución, ni como haga su trabajo (tuve la suerte de estar en las dos situaciones). En general la segunda situación es muchísimo más cotidiana que la primera y obviamente las sensaciones de poca valoración social también, al igual que la sensación de un constante faltar dinero para estar tranquilo y también un constante ver que mientras más me esfuerzo no me va tanto más bien.
[11] Cifra estipulada para el año 2003 por el MINEDUC con el colegio de profesores como numero máximo de alumnos por curso.
[12] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 21.
[13] Incluso hoy por hoy existe una evaluación docente constante por parte del Estado.
[14] En el caso de Chile esta inseguridad también se desarrolla a nivel de estabilidad laboral son muchos los profesores que cada año en el mes de diciembre o enero esperan seguir trabajando en las instituciones educativas en que trabajan, o como otros que boletean durante todo el año en las corporaciones municipales esperan seguir laborando para el año siguiente, con la salvedad que en este caso ni siquiera va ha existir una indemnización de por medio si es que hay una caducación de contrato.
[15]“ Lehrer”que es el profesor de escuela “normal” qué se dicta en escuelas normales y “professor” que es el profesor universitario que estudia en universidades y que puede también enseñar en estas; de hecho se habla de “Herr professor”, el señor profesor, con todo lo que en los países de habla alemana implica, muchas ventajas, regalías y reconocimiento social.
[16] En una sociedad que esta pagando un alto precio por su desarrollo pues en los últimos veinte años los cambios sufrido por todos nosotros han sido de tal magnitud que han generado depresiones, fobias, psicosis varias etc. Y según la OMS. nuestro país tiene una de las tasas más elevadas de enfermedades mentales del mundo.
[17] JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 23.
[18] Estas exigencias van desde que los padres creen que el colegio es una especie de guardería infantil hasta el pensar que los profesores son una especie de “nanas” de sus hijos, pasando por el pensar que los profesores son los únicos encargados de la educación global de los hijos.
[19]Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 28.
[20] Ibíd.
[21] la idea de que uno es profesor porque no le alcanzo para otra cosa mejor es muy común y el trato de los padres y apoderados con los profesores dista mucho de ser de admiración o respeto, sobre todo en estratos medios o altos.
[22] Esa visión indirectamente también la tiene el ministerio de educación intentando por una parte alargar la jornada escolar hasta las cuatro de la tarde y sábados “para que los alumnos no estén solos a la deriva y no caigan en la droga, los vicios y otros. Lo importante es que no estén en la calle” donde están las cosas que los hacen perderse como personas.
[23] En estos momentos ningún profesor puede dejar de lado Internet o la televisión (por muy poco cultural que sea), por que sino puede quedar como un idiota pues si su opinión difiere mucho de la de los medios masivos sus alumnos podrán contradecir sus opiniones ( y algunos con argumentos) y eso es nefasto
en una clase.
[24] Solo se salvan de estas situaciones colegios con tradición de muchos años o colegios con vinculación religiosa, en donde los valores están un poco más claros y es obvio que en ese punto existen un poco menos controversias. Sin embargo, inclusive allí también hay algunos problemas.
[25] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 32.
[26] Cualquiera se siente con la sapiencia para opinar de los docentes o para desarrollar proyectos docentes, un ejemplo claro es el proyecto EDUCACION 2020 que es de un grupo de ingenieros de la U. de Chile paro que poco tiene de conocimiento de la labor educativa.
[27] Solo basta ver las conversaciones de muchos profesores con sus apoderados o padres, ellos no tienen tiempo para ir a reuniones de apoderados y por otro lado si el alumno realiza algún acto que requiera al apoderado en el colegio lo mas probable es que este no pueda presentarse, no porque no quiera sino porque tiene que trabajar mucho para mantener su status, sus gastos, etc. Otras veces, los padres son capaces de minimizar conductas de riesgo de sus hijos, frases como “todos lo hicimos cuando jóvenes”, o “eso no tiene nada de malo” es usual. En mi caso personal incluso una vez escuche el siguiente comentario: “no se preocupe profesor, si, yo le doy permiso para fumar marihuana, incluso a veces lo hacemos juntos”; ante esos comentarios de los propios padres el profesor se siente la mayoría de las veces desnudo, sin argumentaciones validas para intervenir. ¿Cuanto es del orden público y cuanto del privado?
[28] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 34.
[29] Aquí eso sí, existen algunas diferencias en Suiza por ejemplo un profesor gana el equivalente a 60000 dólares anuales, en Canadá serán 48000 dólares, en España su sueldo es igual al de un medico y en Chile 8000 dólares anuales.
[30] Según ESTEVE las razones para abandonar la docencia son Salarios 76%, pocas oportunidades para progresar 45%, exceso de trabajo 34% Cfr. El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. Pág. 35.
[31] Los profesores de filosofía no es común que les pase esto principalmente porque son asignaturas clásicas y estas suelen cambiar poco, sin embargo, también ha cambiado, en tercero se enseña psicología y en cuarto ética; por otro lado, los optativos actuales son lógica y teoría del conocimiento. Nunca más se supo de la filosofía si no solo de sus disciplinas.
[32] Cfr. JOSE M. ESTEVE El malestar docente; Barcelona. Edit. Paidos; 3ª edición, 1994. pag. 38.
[33] Nosotros podemos ver n Chile a los profesores en los diarios, principalmente en las paginas rojas: profesor agredido por alumno o apoderado, y también por la situación inversa profesor que agrede a alumno física o sexualmente, profesor que mata a colegas y superiores jerárquicos y luego se intenta suicidar. Etc. La segunda acepción es una acepción del cine y la televisión, y que poco tiene que ver con la realidad cuando como docente tienes 44 horas frente a curso y por tanto no alcanza el tiempo para aquello.
[34] Si a eso le agregamos los datos públicos de la salud mental en Chile tenemos un cuadro no muy alentador, en general la salud mental de los profesores no anda bien en Chile e incluso según un estudio dado a conocer por la prensa hace algún tiempo, después de los chóferes de microbuses los docentes son los mas estresados, mas “neuras” y también con más trastornos de sueño.
[35] Me refiero a colegios profesionales.